Identificación de los elementos de sonido necesarios: El diseñador de sonido identifica los efectos de sonido y la música necesarios para cada escena en la producción. Esto puede implicar la creación de efectos de sonido nuevos o la selección de sonidos existentes de una biblioteca de efectos de sonido.
Grabación de efectos de sonido:  En algunos casos, se requiere grabar efectos de sonido nuevos. El diseñador de sonido puede hacer esto en un estudio de grabación o en una locación específica. Por ejemplo, si se necesita un efecto de sonido de una puerta chirriante, se puede grabar una puerta chirriante real y utilizarla en la mezcla final.
Edición de efectos de sonido: Una vez que se han identificado los efectos de sonido necesarios y se han grabado, se pueden editar y procesar para ajustarlos a la producción. Esto puede incluir la eliminación de ruido de fondo no deseado, la corrección de la longitud o el volumen, o la aplicación de efectos de procesamiento, como la reverberación o el eco.
Selección de música: El diseñador de sonido selecciona la música que se usará en la producción. Esto puede implicar la selección de música de una biblioteca preexistente o la composición de nueva música específicamente para la producción.
Mezcla de audio: Una vez que se han creado todos los elementos de sonido, el diseñador de sonido combina y mezcla todos los elementos en una sola mezcla coherente. Esto puede implicar el ajuste de niveles, la panoramización y la adición de efectos de procesamiento, como la ecualización, la compresión y la reverberación.
En resumen, el diseño de sonido es un proceso clave en la postproducción audiovisual que se enfoca en la creación de efectos de sonido y música, y en la mezcla final de audio para crear una experiencia de audio envolvente y emocional para el espectador.
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